Por fin puedo reiniciar la historia de Saira; el equipo creativo se puso de acuerdo después de muchas discusiones y le presentamos los resultados:
Para llegar a las montañas, tenían que cruzar un bosque muy espeso, perfecto para que los atacaran sorpresivamente. Por lo que estuvieron alertas todo el tiempo, Carlos y Sebastian en la retaguardia; Saira en la parte media; Rodrigo y Alfonso en la parte frontal. Saira ponía atención a todo lo que decían sus compañeros para aprender rápido y no decepcionar a su padre y su promesa con el reino.
-Saira-empezó Rodrigo-la primera lección es que tienes que esperar lo inesperado.
-¿Eso como es posible?.preguntó Saira
-Cuando has vivido tantas aventuras como nosotros-comentaba Sebastian-sabes cuando va a pasar algo inesperado.
-Yo soy aún una novata, ¿como yo puedo aprender de forma rápida?
-Fácil, tienes que agudizar los sentidos, todos son importantes-respondía Alfonso-nunca debes despreciar algo que captas a través de ellos, algunas veces puede ser nada; la mayoría es algo certero que nos puede afectar inmediatamente.
-Entiendo, ¿algo más que deba saber?
-Si-le mencionaba Carlos-debes tener un arma a la mano. No importando el lugar te pueden atacar si piedad.
-¿Por qué no descansamos aqui?-preguntó Saira.
Se había hecho de noche ya que llevaban casi 5 horas cabalgando.
-Muy bien-dijo Rodrigo.
Se bajaron de los caballos, encendieron una fogata y le empezaron a enseñar ataques básicos a Saira. Los aprendió de forma rápida y sin titubear. Se sintieron cansados y se durmieron sin dejar a nadie de guardia.
En lo más ligero de su sueño, se despertaron atados. Habían sido capturados por los bárbaros; o por lo menos, un grupo de búsqueda. Miraron a su alrededor y vieron que Saira no estaba con ellos.
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